El Londres curioso: guía de fin de semana

British Airways tiene vuelos diarios en todo el mundo a tres de los principales aeropuertos de Londres: Heathrow, Gatwick y London City. Por ello, siempre encontrará el horario de vuelo que necesite.

Si vuela al aeropuerto de London City, podrá contemplar unas vistas aéreas espectaculares de la capital, especialmente de la zona en pleno desarrollo situada al este del corredor del Támesis. Alójese en el Lincoln Plaza, un hotel extremadamente elegante y lujoso ubicado en Canary Wharf y cerca del aeropuerto. Esta zona, conocida como un importante distrito financiero y de negocios, cuenta con una impresionante cantidad de tiendas especializadas, bares, restaurantes y cafeterías. Si prefiere quedarse más cerca del centro de la ciudad, pero sin dejar de alejarse de la zona más "hipster", le recomendamos The Curtain, en el moderno distrito de Shoreditch.

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Después de desayunar en el hotel, camine desde Thames, Bow Creek y el río Lea hasta Queen Elizabeth Olympic Park, en donde se realizaron los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, para nadar en Zaha Hadid’s Aquatic Centre. Después de ese momento refrescante, tome el ómnibus 388 desde Stratford hasta Shoreditch High Street y baje en la Pure Evil Gallery, de Charles Uzzell Edwards, el segundo artista callejero británico más exitoso después de Banksy. Los trabajos originales de talentos extraordinarios le van a costar, pero las huellas de la etiqueta de conejito de Pure Evil o las "celebridades que lloran" son razonables.

Tiene la opción de lugares para almorzar en Brick Lane. Puede ir a Brick Lane Beigel Bake (abierto las 24 horas), una institución londinense en donde puede disfrutar de bagels rellenas por un par de libras. O pasando Brick Lane encontrará una manifestación moderna de la cultura gastronómica de Londres, el Cereal Killer Café, en donde los hipsters londinenses pagan £4,40 por un bowl grande de American Froot Loops.

Camine sobre el puente de Londres (London Bridge) que no debe confundirse con el Puente de la Torre (Tower Bridge) y descubra Borough Market, un paraíso de alimentos gastronómicos artesanales. Después de tomar un tentempié, suba a la cima del edificio más alto de Europa occidental y disfrute de una incomparable vista de Londres desde la plataforma de observación del Shard, una vertiginosa vista a 800 pies por encima de la ciudad.

Después de darse un paseo observando los puestecillos de prendas de vestir, artículos para el hogar y discos "vintage" del mercadillo Spitalfields Market, tome el rápido ascensor de cristal hasta la planta 38 de la Heron Tower para tomar un reconfortante cóctel a media tarde en el bar del restaurante Sushisamba. Pruebe el Coconut Seviche, una intrigante mezcla de yuzu cítrico y fruta de la pasión con ginebra de coco y licor de chocolate negro. En este lugar no tiene que reservar ni mostrar su identificación como ocurre en el cercano Sky Garden, situado en la parte superior del 20 Fenchurch Street, también conocido como "The Walkie-Talkie", pero sí tiene que ir vestido formalmente y se da preferencia a los que van a cenar al restaurante.

El Teatro Nacional, el Old Vic y el Shakespeare's Globe están todos al alcance de la mano, pero también lo están el Southwark Playhouse y el Menier Chocolate Factory, dos teatros extravagantes con bares edificados sobre antiguas instalaciones industriales que gozan de una gran popularidad. A pesar de ser menos conocidos, estos teatros no tienen nada que envidiar a los de mayor renombre en lo que a actores estelares y obras innovadoras se refiere. El Menier está especializado en musicales, entre cuyas representaciones destacan el nuevo montaje de "Funny Girl" y "Assasins", de Stephen Sondheim.

Déjese caer a tomar una copa en LASSCO Ropewalk para rematar el día, bar situado en una tienda de antigüedades de Maltby Street, cerca de la estación de London Bridge. Este bar está repleto de piezas únicas, eso sí, todas ellas con el precio puesto. Llévese unos pomos antiguos o maravíllese ante unos apasionantes mapas de antaño mientras degusta un gin-tonic.

Comience el día desayunando en uno de los nuevos restaurantes de primera calidad en King’s Cross, entre ellos, gastronomía australiana en el minimalista Granger and Co y German Gymnasium, un restaurante remodelado que fue el primer gimnasio de la época victoriana de Londres. Luego tómese una pinta en Queen’s Head, una licorería deliciosa victoriana de la vieja escuela que siempre está llena de gente (en el buen sentido).

Si desea dormir un poco más, vaya a tomar el brunch al restaurante de moda, el Berber & Q grill house en Haggerston. No se admiten reservar, así que tendrá suerte si consigue un sitio en este lugar tan de moda. Sin embargo, desde hace poco también sirven un brunch, aunque mucha gente no lo sepa. Recomendamos el desayuno israelí: pan de pita caliente, aguacate, huevo, queso feta, aceitunas y salsas; sin duda un éxito en Instagram. También puede ir al cercano Draughts,la primera cafetería de juegos de mesa en Londres, donde podrá jugar al scrabble bajo los arcos del ferrocarril.