Julio 2017
Un viaje épico por carretera a través de las Montañas Rocosas es la oportunidad perfecta para una estancia corta o para una ambiciosa aventura. Dedíquele una semana y haga paradas en los principales sitios turísticos como Banff y Lago Louise, o prolongue su estancia y visite Kamloops, donde podrá relajarse en sus tranquilas aguas termales rodeadas de bosques de pinos. Descubra nuestras ideas para aprovechar al máximo su viaje en coche por Canadá.
Calgary
El viaje...
En Calgary, una ciudad de cowboys en la que abundan los centros comerciales y los rascacielos, le darán cálidamente la bienvenida a Canadá, y desde allí tiene las Montañas Rocosas a un paso. Cada mes de agosto miles de cowboys y entusiastas del estilo del viejo oeste llegan en oleadas a la ciudad equipados con sus mejores chaparreras y sombreros para asistir al famoso festival Calgary Stampede o estampida de Calgary. La mejor manera de ver la ciudad es en bicicleta utilizando los carriles bici que se extienden por más de 500 millas, es decir, más de 800 km. Haga un tour en bicicleta en el Stanley Park para captar rápidamente el espíritu de Calgary. Ninguna visita estaría completa sin la subida a la Torre de Calgary o sin tomar un desayuno en Tim Hortons; es indispensable que descubra su café y sus dónuts al comienzo del viaje, ya que se convertirán en elementos básicos de su dieta.
La carretera que sale de Calgary es plana, pero verá cumbres nevadas a medida que se acerca al parque nacional
Cuando el sol se ponga, diríjase a Stephen Avenue para sentir la animación de las decenas de cafeterías y restaurantes que allí encontrará. Charcut es un restaurante de estilo hipster especializado en carne, que sirve cortes dedicados al colectivo de cowboys; pruebe la carne de bisonte, las setas de haya, el tocino de jabalí o la crema agria con polenta. Si desea un sitio más refinado, vaya al River Café, en Prince’s Island Park, un restaurante muy chic ubicado en una zona frondosa que sirve apetitosas delicias canadienses de temporada.
Dónde alojarse
El Fairmont Palliser es un antiguo "railway hotel" de gran lujo. El imponente hall de entrada es el lugar perfecto para ser recibido en la ciudad y los buenos restaurantes del centro están a poca distancia.