Cuatro viajes relajados por carretera de Nueva York


Por Elspeth Velten

Fotografía del título de Getty

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Reserve un coche de alquiler y recorra las carreteras que rodean Nueva York. Descubrirá de todo, desde nostálgicos hoteles de playa hasta gastronomía artesanal y cultura. La escritora de viajes Elspeth Velten nos cuenta todos los detalles.

Viaje de un día: Asbury Park

Ideal para… obsesionados por la nostalgia

Ideal para… obsesionados por la nostalgia

Tanto si usted es fan acérrimo de Tony Soprano como de Bruce Springsteen (o simplemente le apetece reemplazar el asfalto de Nueva York por arena), la ciudad de Asbury Park, en la costa de Jersey, es perfecta para pasar el día. A finales del siglo XIX, un magnate local desarrolló el lugar como destino costero de vacaciones, de modo que la ciudad se pasó años entreteniendo a turistas y lugareños con atracciones de feria, arena fina, un paseo con salas de juegos y un panorama musical que hizo historia. Durante las siguientes décadas, el paseo experimentó un cierto deterioro, ya que la atención de las masas se dirigió a los nuevos centros comerciales y parques de atracciones que empezaron a aparecer por todo el estado. Pero hoy en día, los esfuerzos de restauración y un nuevo empuje han devuelto a Asbury el encanto y la nostalgia del destino turístico que fue: un destino repleto de historia del arte, de arquitectura, cultura pop y ambiente LGBTQ+.

Los esfuerzos de restauración y un nuevo empuje han devuelto a Asbury el encanto y la nostalgia del destino turístico que fue: un destino repleto de historia del arte, de arquitectura, cultura pop y ambiente LGBTQ+

Aparque su vehículo de alquiler en una de las calles secundarias de la ciudad antes de poner rumbo a la playa a pie. En el interior del restaurado centro de convenciones de Asbury Park se encuentra el Asbury Oyster Bar, un lugar donde podrá saciar los deseos de comer pescado y marisco que le inspirará la salada brisa marina. Diríjase hacia el sur por la costa y vaya a probar suerte en las clásicas máquinas tragaperras de Silverball Retro Arcade. Finalmente, hágase un selfi frente a Stone Pony, el legendario bar de rock donde Bruce Springsteen y la E Street Band tocaron durante décadas.

  • El paseo de Asbury Park es ideal para recorrer en bicicleta © Getty Images

    Boardwalk Empire

    El paseo de Asbury (Asbury Boardwalk) está repleto hasta los topes de tiendas, restaurantes y lugares de entretenimiento. Eche un vistazo a los murales y al arte callejero que se alinea frente al océano.

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Una noche: el East End de Long Island

Ideal para… las multitudes playeras y modernas

 

 

Configure su GPS para que le lleve hacia el este y ponga rumbo a Montauk, al extremo del estado de Nueva York. Reduzca la marcha cuando la Ruta 27 de Long Island, la denominada "autopista de Montauk", pase por los Hamptons, un grupo de pequeñas ciudades famosas en todo el mundo por sus espectaculares mansiones y el ambiente festivo que hay durante el verano. El moderno Parrish Art Museum, con aspecto de granero, es una buena parada durante el camino: todo el mundo, desde los artistas locales de la zona este de Long Island hasta el famoso Roy Liechtenstein, se encuentran representados en la colección de la galería.

Cuando llegue por fin a Montauk, pase la tarde viendo a los surfistas de Ditch Plains (o aprenda usted mismo como Lena Dunham, la protagonista de "Girls") o diríjase a recorrer los senderos del parque estatal de Montauk Point.

 

  • Haga un alto en Flowerkraut para ver diseños florales personalizados, ideales para ocasiones especiales © Rachel Brennecke

    ¿Sabía que...?

    Central Park no es el parque de mayor tamaño de Nueva York. Sus 341 hectáreas son enanas en comparación con el Pelham Bay Park, del Bronx, que cuenta con nada más y nada menos que casi 1120 hectáreas.

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  • Descubra extrañas pero maravillosas obras de arte como "Frog Legs" en el Storm King Art Center © Jerry L. Thompson

    El respiro de la naturaleza

    Situado a tan solo una hora en coche al norte de la ciudad de Nueva York, en la parte baja del valle del Hudson, el Storm King Art Center alberga una colección de más de 100 esculturas únicas.

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  • Vaya a Talbott and Arding y deguste su delicioso queso © Akemi Hiatt

    Es hora de lácteos

    Tallbott and Arding abre de miércoles a domingo, de 09.00 a 18.00. El mostrador de comida preparada abre a las 11.00. Reponga fuerzas con un delicioso y cremoso queso holandés.

Por la noche, los jóvenes y modernos acuden a las propiedades hermanas de Ruschmeyer's y The Surf Lodge, situados en los extremos opuestos de Fort Pond. Ambos lugares ofrecen toques de diseño, tal vez concebidos con el único propósito de atribuirse las fotos de Nueva York más famosas de todo Instagram. Si usted tiene suficiente fiesta con una o dos copas, es posible que le llegue con una cena alemana informal en Zum Schneider.

Por la mañana, ponga rumbo a Sag Harbor. Estia's Little Kitchen, es excelente para un almuerzo latinoamericano rápido. Tome los ferries South y North entre Shelter Island y Greenport, para picar algo y abrir sus propias ostras en el Little Creek Oyster Farm and Market. Eche un vistazo a las tiendas de muebles vintage y antigüedades de la villa antes de dirigirse de nuevo hacia el oeste cruzando la zona vinícola de North Folk, en Long Island, de regreso a la ciudad. En Croteaux puede probar el vino rosado y degustar la elegancia de la campiña francesa. Kontokosta ofrece unas vistas espectaculares de la parte norte de Long Island Sound, y el viñedo de Rose Hill Vineyards está lo suficientemente apartado como para escapar de las multitudes de turistas que acuden a la zona durante toda la temporada.

 

  • No se pierda una excursión a la inolvidable cascada de Fallingwater en Pittsburg © Western Pennsylvania Conservancy

    Ponga una sonrisa

    En la ciudad de Pittsburg surgieron varias invenciones, entre las que cabe destacar la primera vacuna contra la poliomielitis y la creación del emoticono de la sonrisa.

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  • Disfrute de la vida relajada en The Surf Lodge, en el East End de Long Island © Emily Winiker

    Agua y arena

    The Surf Lodge es un lugar clave de la historia del surf desde 1967, visitado tanto por familias del lugar como por viajeros aventureros, y cuyo único peldaño desemboca en las vírgenes arenas de la costa de Montauk.

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Dos días: el valle de Hudson

Ideal para… los amantes de la vida tranquila

Día uno… La tranquila ciudad de Hudson, en Nueva York, es el punto más al norte de este crucero por el río. Aquí hay de todo, desde modernas galerías de arte, producción local de lácteos y mucho más. De camino, haga un alto en la ciudad de Beacon, donde en 2003 se inauguró el museo de arte moderno Dia Beacon en una antigua fábrica, lo que le dio a la ciudad una nueva vida. Eche un vistazo a la colección de arte y luego vaya a tomar una cerveza artesanal en la cafetería del museo, Homespun Food's, o en un bar del centro.

En Hudson, recorra la calle Warren y haga múltiples paradas para observar sus coloridas tiendas de productos frescos y sus boutiques, y para admirar la impresionante arquitectura de la ciudad. En Flowerkraut, propiedad de Amanda Bruns, encontrará arreglos florales inspiradores y regalos como el chucrut de Hawthorne Valley. Más abajo en Warren Street, si desea degustar quesos artesanos cuidadosamente seleccionados junto con bocadillos, ensaladas, huevos caseros, conservas, dulces y artículos de despensa, Talbot & Arding es el lugar al que debe ir.

Día dos… Para el brunch, conduzca una hora en dirección sudoeste hasta llegar al famosísimo Phoenicia Dinner. Se trata de un establecimiento ubicado en un edificio clásico de 1960 y donde sirven platos tradicionales, como carne en conserva, junto con platos más creativos como el Bluestone Breakfast Sandwich con jamón ahumado de Catskill untado con café.

De vuelta a Nueva York, queme el desayuno subiendo la empinada montaña de Breakneck Ridge o pasee hasta el jardín de las esculturas de Storm King Art Center, al otro lado del río.

 

Cuatro días: Pittsburg, Pennsylvania

Ideal para… los urbanitas

 

De todas las metrópolis que se pueden visitar utilizando Nueva York como base de operaciones, Pittsburg no es probablemente la primera que le venga a la cabeza. Pero hoy en día, la Ciudad de Acero está al mismo nivel que Philadelphia (llamada cariñosamente "Philly") y Boston, y no es difícil adivinar por qué.

En la actualidad, la ciudad es más conocida porque allí se encuentran algunas oficinas de Google, el equipo ganador de la Liga Nacional de Fútbol Americano y cientos de puentes pintorescos que forman parte del cinturón industrial (Rust Belt) del país. De camino a la ciudad, desvíese al sur desde la Ruta 76 y haga una visita guiada de los terrenos de Fallingwater, una de las casas de Frank Lloyd Wright maravillosamente conservada y ubicada entre cascadas en un camino del bosque de robles de los Apalaches. Es imprescindible reservar.

Cuando llegue a Pittsburgh, recorra el barrio del sur, rebosante de tiendas, restaurantes, arquitectura histórica y animada vida nocturna, que podrá ser su lugar de inicio para explorar el resto de variados barrios de la ciudad. La zona más prometedora de la ciudad es East Liberty, que se está desarrollando muy rápidamente gracias a que Google la escogiera para instalar algunas de sus oficinas, mientras que las modernas calles de Shadyside, antiguamente residencias de hippies, se encuentran flanqueadas por mansiones victorianas. No deje de ir a Noodlehead para comer.

Durante el día, eche un vistazo a los mercados de productos al aire libre del Strip District, tome un bocadillo en el afamado Primanti Bros y deguste whiskey artesano en la destilería Wigle Whiskey. Al caer la tarde, diríjase a Bloomfield y disfrute de los mejores mercados italianos de la ciudad.

Entre los puntos de interés más tradicionales de la ciudad se encuentran los jardines botánicos Phipps Conservatory and Botanical Gardens, que disponen de exposiciones tanto en el parque exterior como en invernadero, y el espectacular museo de Andy Warhol ; cierto es que vivió en Nueva York, pero su ciudad natal era Pittsburgh. Además, no puede visitar Pittsburgh sin apreciar las vistas desde las alturas: el Monongahela Incline, en la plaza de la estación, lleva a los pasajeros hasta la cima del Monte Washington, desde donde se ve perfectamente el skyline de la ciudad dominando el horizonte. No se preocupe por encontrar lugar para aparcar mientras explora la ciudad: la aplicación ParkPGH proporciona información en tiempo real sobre las plazas de aparcamiento disponibles en el amplio número de aparcamientos existentes por toda la urbe.